Los mercados de renta variable cierran agosto con caídas generalizadas, aunque menores que las que se registraban tras las primeras dos semanas: el Eurostoxx-50 europeo desciende un -3,90%, el S&P-500 americano un -1,77% y el Nikkei-225 japonés un -1,67%. Los resultados anuales se sitúan en el 13,27%, 17,40% y 25%, respectivamente
La situación económica china continúa preocupando a los mercados. La esperada reactivación económica tras el final de los confinamientos por el Covid está siendo más suave de lo esperado, y continúan llegando noticias de problemas financieros en empresas del sector inmobiliario. El gobierno ha reaccionado aprobando una batería de estímulos, pero la falta de transparencia del país genera incertidumbre sobre la situación real.
Por otro lado, los últimos datos publicados en Europa confirman una preocupante debilidad en el ritmo de crecimiento económico, en un entorno de inflación demasiado alta que podría llevar al Banco Central a subir de nuevo los tipos de interés. Este año apenas se habla de la situación energética de Europa, quizá porque el año pasado un invierno históricamente suave ayudó a esquivar problemas en el suministro. Si bien es cierto que las reservas europeas de gas se encuentran en niveles máximos, el suministro sigue siendo muy limitado y el invierno podría ser más duro que el año anterior.
Relacionado con lo anterior, en las últimas semanas se ha producido un aumento sostenido de los precios del gas y del petróleo. La amenaza de huelga en varias instalaciones de gas natural en Australia, y el anuncio de recortes adicionales en la producción de petróleo por parte de Arabia Saudí han añadido presión extra sobre las tarifas de la electricidad y los combustibles.
En la reunión anual de los presidentes de los principales bancos centrales del mundo, tanto el Banco Central Europeo como la Reserva Federal Americana, declararon que consideran que el nivel de inflación sigue siendo demasiado elevado y dejaron la puerta abierta a nuevas subidas de tipos de interés antes de diciembre. Nos preocupa el impacto en familias y empresas de la fortísima subida de tipos acumulada durante los últimos 18 meses. Los datos de morosidad están comenzando a repuntar y no nos extrañaría que empeoraran bruscamente en los próximos trimestres a medida que se vayan refinanciando deudas y revisando hipotecas a tipo variable con un Euribor a 12 meses por encima del 4%.
Ante este entorno de elevada incertidumbre, como ya comentamos en la circular anterior, a finales de julio contratamos una cobertura sobre un máximo del 25% de la cartera de renta variable. La cobertura puede entenderse como un seguro frente a catástrofes y, aunque nos ha ayudado a amortiguar en cierta medida las caídas de agosto, sus efectos positivos se apreciarían plenamente si éstas se agudizaran durante lo que queda de año.
Nuestros fondos han cerrado el mes con leves caídas, excepto nuestro fondo de renta fija a corto plazo: FONPROFIT desciende en el mes un -0,14%, PROFIT BOLSA un -1,18% y PROFIT PENSIÓN un -0,27%. Nuestro fondo más conservador, PROFIT CORTO PLAZO obtiene una rentabilidad positiva del 0,32%. La rentabilidad anual acumulada se sitúa en el 5,11%, 11,49%, 5,65% y 2,02%, respectivamente